Sí, visto así parece el título de una novela de Daniell Steel…Pero ese era el primer nombre de lo que ahora es el Valle del Silicio. Silicon Valley, vamos. Hace poco más de 50 años esto estaba plagado de albaricoques, y ahora lleno de ingenieros. He querido arrancar con un pelín de contexto histórico de dónde vivo. Sin una profundidad extrema.
El término “Silicon Valley” fue empleado por primera vez en los 70 por el periodista Don Hoefler, para dar nombre a una serie de artículos en una revista tecnológica. Pero ya sabéis que los periodistas somos muy cabrones y no hacemos más que reproducir lo que dicen otros…;) En realidad, lo copió de su amigo y emprendedor tecnológico de la zona, Ralph Vaerst, el cual acuñó la expresión relacionando el silicio, material básico para la fabricación de chips, y el boom de empresa tecnológicas en el valle.
El término se extendió en los 80, y mientras mi hermano tarareaba Mecano y veíamos el “1,2,3” de los viernes, estos ya llevaban más de 2 décadas deshaciéndose de los albaricoqueros para construir empresas llenas de cerebritos.
“Es que aquí…hace buen tiempo…”
Pero… ¿Por qué nace Silicon Valley aquí, en esta zona de Estados Unidos? Nunca os dejéis llevar por la excusa de…»es que hace mucho sol”… Que también, pero no la única. He aquí la razón, ya retomándonos a antes de los 50:
MILITAR: “Somos el país más amenazo del planeta… ¡Amenazan nuestra libertad constitucional! O investigamos más o nos vamos a ir a la mierda en 4 días…Me voy a hacer unas oficinas aquí quitando algún albaricoquero…”
RICO: “Tengo tanta pasta que no sé qué hacer con ella. Si me uno con otros ricachones (o yo sólo ¡qué leches!), igual hacemos piña para invertir en algún negocio tecnológico, y así sacamos aún más pasta. Pillamos a estos cerebritos que salen ahora de la Universidad y les damos algo para empezar… Vamos a montarnos algunas oficinitas por aquí … ¡A tomar por el saco el albaricoquero!”.
INGENIERO- Soy el mejor de Stanford, pero estoy hasta arriba de deudas. Va a ser que voy a trabajar con alguno de los dos que tengo más arriba… Mierda, no tengo oficinas para empezar… bueno, me vale el garaje. Dejaré el albaricoquero que nunca se sabe si esto saldrá a flote…”.
En resumen, la presencia del Departamento de Defensa en el Valle, el aumento de inversores (Venture Capitals) dispuestos a empujar negocios tecnológicos, y la cantidad de cerebros tecnológicos (especialmente de Stanford) fueron los detonantes de este boom.
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